lunes, julio 06, 2009

Acaso en la soledad no haya dolor

Acaso en la Soledad no haya dolor!" ...soltó él junto con una bocanada de humo ondulante de su puro cubano. Sabía que ella, sentada de piernas cruzadas, una encima de la otra, en la antigua asana de loto, inmersa en su mundo sutil de la evasión meditativa, lo escucharía. Y, aunque con unos segundos de retraso por supuesto,
ella reaccionaría .
..
Sus ojos estaban cerrados, su espalda perfectamente recta, sus chackras alineados.
Y su mente sólo lograba danzar de nube en nube entre el éxtasis de la creación y la desesperanza de esos sueños que no pudieron ser.
...

Eso era lo que más le gustaba a él de ella. Confrontarla. Y su cuerpo. Podía pasar horas inventando ideas ridículas, geniales, ilusorias, tomando gin tonic y mirándola con recelo,
deseo y hasta algunas veces con superioridad de jugador de ajedrez en situación inminente de jaque mate, sólo para divertirse en ese mundo pequeño - y paralelo - que su amor había creado.
..

"- Tres libras de lino -" musitó ella un antiguo koan con una sonrisa entre dientes.
Sabiendo -y disfrutando - lo que vendría.

"- Señorita, le recuerdo que en esta casa no se habla de ni de política ni de religión -"
le contestó él en tono irónico y paternal y se levantó rumbo a la cocina.
Tomó el vaso labrado de cristal del estante de madera. Ese mismo vaso que su abuelo había utilizado para tomar cada una de las noches de su vida un buen whisky on the rocks. Abrió la heladera y tomó del congelador la botella de gin.


Los movimientos de él llamaron la atención de ella. La energía que destilaba. Ella sabía que había en él algo extraño, algo místico. Eso había sido lo que la había atraído hacia él apenas se conocieron en esa casa antigua de escalera de mármol frío y pisos de madera confortables en el antiguo barrio de San Telmo. El tenía una mirada diferente. Una tristeza creativa. Una flagelación consciente....

... Incontables veces ella había intentado penetrar ese muro insondable ...

... Felizmente para él, no había grietas ...

El llevó el vaso frío contra su frente y repitió por enésima vez el chiste que sólo ellos entendían. Ella lo miró con una sonrisa brillante y rió a carcajadas.
Eso era lo que a él le gustaba: hacerla reír.

Ella se levantó de su almohadón de meditación y dio un salto hasta la biblioteca ubicada en la pared al lado del ventanal abierto. Era un día apacible, tranquilo. La brisa que entraba desde la callehacía volar las cortinas de seda traídas de la India.
Ella, con su dedo índice fue buscando uno tras otro el libro elegido. Al encontrarlo lo tomó y se giró para mirarlo a él. El la miró con respeto inocente.


Con tono serio, soberbio y maternal ella leyó:
"- Y el Buddha dijo :

" Las penas, lamentaciones y sufrimientos de múltiples formas
que existen en este mundo

se producen a causa de algo querido.
Por esto, son felices y están libres de dolor

aquellos que no tienen en este mundo nada querido.
Si aspiras al estado libre de dolor y de pasión,
no tengas nada querido en ningún lugar de este mundo "

cierro cita-" dijo orgullosa, esperando que él contestara.

"- ¿Tampoco vale tener un amorío, entonces, con una chica de otra provincia ?-"
dijo él sonriendo, escondiendo, claro está, su tristeza .
..
"- Pareciera que tampoco vale que a mí misma me des un beso.,,,-"

Los dos quedaron en silencio.
Sintieron en su alma tanto el dolor como el amor y la impermanencia de ambos.
Se miraron a los ojos por unos segundos.
Eso era lo que les gustaba al uno del otro:
saberse que se pertenecían, muy a pesar de la vida.

Ella salió del trance. Miró hacia el suelo y decidida tomó su bolso.
"- Es tiempo de irme. - ...Está anocheciendo..."

El la miró sintiendo la soledad que en unos segundos lo envolvería.La vió irse hasta que ella logró perderse entre la gente de esa calle concurrida a esa hora de la tarde, en esa ciudad sin respiro.

Ella, caminó y caminó en soledad ,
sólo
para liberarse del dolor.


~ Soraya Souto ~

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.
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Te lo dedico a Vos, con libertad y sentimiento



6 comentarios:

Virginia dijo...

Gracias Mariní, qué bello relato para narrar el dolor de la soledad. Esto también hace que los corazones crezcan.

BUENAS NOTICIAS dijo...

Qué bonita historia, Mariní. Aunque espero que "felizmente para él, sí hayan grietas..." ;-)
Un abrazo

cieloytierra dijo...

Qué tal Virginia...coincido con vos plenamente,,,esta forma de relatar nos ayuda a ver, suavemente pero con claridad que merecemos abrir el corazón....
un beso para vos

Elena querida, yo también espero que el agua de la conexión amorosa nos abra paso hacia el corazón que tenemos enfrente...

lo anhelo con toda mi alma
Un abrazo

Esteban dijo...

...ese dolor: parte de lo vital. Hermoso texto por la sutileza de sus valoraciones, sin trazos gruesos ni maniqueísmos. Esa verdadera sensibilidad que abarca a ambos personajes del relato me maravilla: la complicidad entre diferentes. Sin LO OTRO, ¿que sería LO UNO?.
Grietas siempre hay....

Unknown dijo...

Bien, bueno, claro!
=)
Entonces a este planteo de la cita de Buddha sobre el sufrimiento y su origen, le acompañamos la de Kafka que ya conociste:
"Te puedes proteger del sufrimiento del mundo, tienes el permiso para hacerlo y está de acuerdo con tu naturaleza. Sin embargo es esta misma protección el único sufrimiento que puedes evitar"
=) ¿no es bello?
Me dan ganas de invitar algún amor a evitar este sufrimiento!
Besos debarbijados.
Pablo

Soraya dijo...

Muchas gracias por todos los comentarios sobre el texto que escribí! Todos llevamos estas historias en el corazón, no? Y gracias Mariní por haberlo posteado en tu blog. Beso grande! Sory.