
El abuelo contestó:
via foto Karina Maccioli (desierto) y los hechos muy recientemente vividos los cuales piden esa real honestidad del corazón bien iluminado por la luz de la sincera verdad de la que humanamente somos capaces!
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Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa.
Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
-"¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?"
La niña lo hace callar:
-"Ssshhhh".Y en secreto le explica:
-"Bobo. ¿No ves que son ojos?
-!"Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas"!.
Me conmovió mucho y luego confirmé con mi sobrino -excelente violinista-, que efectivamente es una Extraordinaria interpretación!, y la historia me da un anhelo personal que las marcas en Argentina lleguen a esta calidad de profundidad en contenido !
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"¡Acaso en la Soledad no haya dolor!" ...soltó él junto con una bocanada de humo ondulante de su puro cubano. Sabía que ella, sentada de piernas cruzadas, una encima de la otra, en la antigua asana de loto, inmersa en su mundo sutil de la evasión meditativa, lo escucharía. Y, aunque con unos segundos de retraso por supuesto,