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Brota de la nada un muro,
que arranca rincones impensables.
Muros que me rodean,
que me abrazanque me encierran,
me atrapan,
me limitan.
Muros que a veces se vuelven de colores
y saben salpicar mi sombra y mi alma.
Muros que a veces se vuelven de colores
y saben salpicar mi sombra y mi alma.
Muros que a veces son acolchados, blandos, cómodos
que dan ganas de apoyarse a descansar un poco.
que dan ganas de apoyarse a descansar un poco.
Muros que a veces derribo de un soplido
cuando me canso de que me cuiden,
pero una y otra vez vuelvo a construir, porque los necesito,
para guardar mis ganas, mi silencio, mi oscuridad, mi soledad.
Muros que a veces escalo dificultosamente.
Muros que a veces se vuelven puente
y me acercan hasta vos,
y miro tu muro y mirás el mio,
y ya no necesito esconderme.
y me acercan hasta vos,
y miro tu muro y mirás el mio,
y ya no necesito esconderme.
A veces el muro también se ilumina,
parece que no está pero nos sostiene,
y nos damos cuenta un día
que es nuestra propia sombra el muro que nos encierra.
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A SATURNO
Laura Colagreco.
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